Este año gracias a Rodrigo Pérez y Chabier de Jaime Lorén, he tenido la suerte de poder fotografiar este «precioso» animal. Y pongo lo de precioso entre comillas porque viéndolo de cerca bien parece un alien de las películas y si en vez de comer madera comiera piernas y midiera un metro creo que no me habría acercado tanto.
Sus poblaciones por la zona de Teruel no son muy abundantes pero se le puede encontrar en bosques maduros de chopo y roble principalmente. Los adultos vuelan en los crepúsculos del mes de Junio tras completar un ciclo largo en troncos de madera seca.
Los machos vuelan «torpemente» a la búsqueda de hembras que suelen ser mas discretas y no poseen esta característica cornamenta. Al año que viene espero poder hacer algo mas con ellos.
Las dos primeras las encuentro bestiales…y nunca mejor dicho…jeje
No paras de sorprenderme, de eso iba mi entrada jajaja
Un abrazo Crack!!
Gracias Pere, luego sueño con estos bichos, jeje…
un abrazo