EL AÑO EN FOTOS, DE MOVIL

 Si hace 15 años alguien me hubiera dicho que iba a hacer fotos no me lo creería.
Si hace 2 años alguien me hubiera dicho que iba a hacer fotos con un móvil, tampoco me lo hubiera creído.
En eso se ampara el movimiento, el pensamiento y los autobuses samar… en estar siempre de paso. Por eso nunca se puede decir de este cura no beberé, ni este agua no es mi padre y aquí ando haciendo fotos con el móvil, estilo chino capuchino.

Tanto es así que voy olvidando el tacto y el peso del equipo grande, mas después del robo. Muy tranquilo con eso… no se puede perder mucho mas.

 Fotografiando nieves en la fiesta de las grullas y detalles de color en los charcos.

 Algunos lugares que son mi pequeño paraíso, donde rejuvenezco, donde quiero vivir… esos arboles que quiero abrazar, mi origen, mi destino, donde me siento corzo, rama, abuelo…
El pueblo donde nació el Alfonsito original(Ildefonso mi abuelo) y de donde contaba historias de su infancia, de lobos, carrascas milenarias y roturaciones…

A medio camino entre hacer el indio y la improvisación.
Buscando esas situaciones extremas, extrañas, donde todo ha parecido conjugarse …

Alguna vez gané una guerra. Supe entonces porque siempre he preferido estar del lado de los perdedores

 Con el corazón de patata frita, aunque a veces parezco haberme ido lejos no es así… mi cabeza, no es tan grande.

«El arte no es lo que ves, si no lo que haces ver a los demás» Edgar Degas…. y lo que haces dormir a los demás.

Patatas y pantanos que necesitan crema hidratante para sellar sus grietas…, tomates revividos que crecieron cual  umbriácea en la solanácea…, otra ida de pinza, con el corazón.

Buen año

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