En la fotografía y en otros campos la gente tiende a encasillarnos; nosotros mismos potenciamos a veces ese efecto de ser de tal o cual manera o hacer tal o cual cosa y no otra. Parece que así metidos en un cajón estamos controlados y todos saben lo que debemos hacer y lo que hacemos bien y mal. Si hacemos paisaje parece que no debamos hacer macro bien; si hacemos alta velocidad hacemos eso y no otra cosa… o tal vez si.
En ese sentido, no suelo fotografiar muchas personas pero durante la batalla de color disfrute con la cámara mas que un enano( a pesar de que acabo de todos colores). Tal es así que todo el fin de semana estuve buscando y fotografiando personas; las flores, hierbas, noches, paisajes … pasaron desapercibidas esta vez.
Uno de los fotoperiodistas asistentes al congreso decía que había estado muy bien pero que había durado poco rato y no era fácil hacer fotos en tan poco tiempo; lo cierto es que acostumbrado a esperar horas para hacer fotos durante unos minutos de acción dentro de un hide o deambular buscando la luz correcta de atardecer, fotografiar personas me pareció muy gratificante y agradecido. No se si sirve de mucho encasillarnos, o etiquetarnos en algo, o se nace con un sello insalvable.
Lo cierto es que alguna de las fotos que hice me emocionaron tanto o mas que las que hago de naturaleza y eso es lo único que en el fondo importa, la emoción al hacer algo.
Una pequeña selección del «campo de batalla»
No puedo estar más de acuerdo contigo amigo.
Las fotos son una auténtica delicia.
Gracias Paco, siempre hay que seguir probando y variando.. y de eso sabes un rato. Un saludo
Guapísimas tomas. Nos vemos.
Gracias Miguel, un abrazo
Muy buenas Uge, la del niño de los pantalomes con dinosaurios me encanta, vaya expresividad, la has captado genial!
Si, esa es de guerra guerra total, parecen estar en el campo de batalla. Muchas gracias.un saludo
Estoy de acuerdo en todo lo que has escrito. Buen trabajo monstruo.
Muchas gracias, nos vemos. Un saludo